La compresión es una técnica fundamental para optimizar el rendimiento de un sitio WordPress. Consiste en reducir el tamaño de los archivos que se transmiten entre el servidor y el navegador del usuario, lo que acelera significativamente los tiempos de carga.
En WordPress, la compresión puede aplicarse de varias formas. La más común es la compresión Gzip, que reduce el tamaño de archivos HTML, CSS y JavaScript. También es importante la compresión de imágenes, ya que estas suelen ocupar mucho espacio. Plugins como Smush permiten optimizar imágenes sin perder calidad.
Además de mejorar la velocidad, la compresión ayuda a reducir el consumo de ancho de banda y mejora el posicionamiento SEO, ya que Google considera la velocidad de carga como factor de ranking. Es recomendable habilitar la compresión Gzip a nivel de servidor o mediante plugins de caché como WP Rocket.